Pensar y decidir
Antes de comenzar a trabajar en cualquier proyecto, y antes si quiera de ponernos a pensar en su viabilidad, hay dos preguntas que siempre recomiendo realizarse a uno mismo: ¿Por qué? y ¿Por qué ahora? Cuando tenemos una idea que vemos claramente que nos gusta y que nos motiva, tendemos a pensar que la idea es buena. Nos metemos de llena a desarrollarla sin plantearnos ciertas cosas previamente. Como la idea parece genial y nos convence de buenas a primeras no la sometemos a juicio, por lo cual corremos el riesgo de equivocarnos y estar centrándonos en algo terrible que esta condenado al fracaso.
Para evitar correr estos riesgos, antes si quiera de ponernos a pensar en metodologías para desarrollar nuestras ideas, debemos someter nuestras ocurrencias a un juicio de valor que determine si vale la pena esforzarse y dedicar tiempo a nuestra nueva propuesta. Para ello tenemos que realizarnos dos preguntas, que a pesar de ser sencillas, su respuesta es compleja y sus objetivos variados.
Primera pregunta: ¿Por qué?
La primera pregunta es bastante sencilla: ¿Por qué queremos desarrollar nuestra nueva idea o propuesta? Si la respuesta es simplemente por que mola, ni te molestes en intentar desarrollarla. La respuesta debe ser mucho más profunda, debe evaluar los objetivos finales de la idea y los valores que puede aportar, tanto a nivel personal como a tu entorno. A la vez, la pregunta debe dejar los egos fuera. Una respuesta que incluya vanidad expone que tu idea no busca aportar nada a nadie, solo busca el reconocimiento, la validación o el apaño de problemas emocionales no resueltos. Es importante que tengamos claro para que desarrollas cada idea. El someter tus pensamientos a este juicio puede motivarte más aun o dejarte claro que la idea no iba a funcionar ya que las motivaciones no eran las correctas.
Segunda pregunta: ¿Por qué ahora?
Esta cuestión es tan importante como la pregunta anterior. Muchas veces que una idea sea buena y sus motivaciones sean correcta, no garantizan que pueda funcionar bien. Esta cuestión busca analizar tu entorno antes de que él te analice a ti. Mucho antes de que lleguen las opiniones de la gente que te rodea, de tus socios, trabajadores o colaboradores, es importante que tu tengas una opinión formada sobre este. A mayores, con esta pregunta no solo dejas claro si el entorno es el adecuado para desarrollar, si no que también deja claro si tu estas en el momento adecuado. Muchas veces queremos hacer muchas cosas que sabemos que son muy buenas, pero no estamos preparados para ello, ya sea por que nos falta experiencia, formación o por que emocionalmente no estamos en el punto necesario. Si nosotros no estamos en sintonía con nuestras ideas las estaremos condenando al fracaso. Las buenas ideas merecen respeto, y por tanto si necesitan tiempo para poder desarrollarlas debemos dárselo.
Pensar vs Sentir
Si no tenemos clara la respuesta a estas preguntas debemos hacer una pausa en el desarrollo de nuestras ideas. Por mucho que sintamos que es el momento correcto y la motivación es la correcta, no significa que esto sea así. Debemos razonar nuestras respuestas y acciones. Al fin y al cabo las ideas te consumen tu tiempo, y el tiempo es lo único que jamas podemos recuperar.
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