Seré claro y breve: la familia, la religión, la amistad: esos son los tres demonios que tienes que aniquilar si quieres triunfar en los negocios. Sr. Burns
Cuando acabar un proyecto
¡Valiente afirmación para empezar este post! He comenzado diciendo que el amor es tu enemigo y luego citando al Sr Burns en una de sus frases más lapidarias. No esta demás aclarar que esta afirmación tan tajante ha sido durante mucho tiempo la norma y el consuelo de muchos empresarios. Cuando uno comienza a tener éxito en un proyecto propio al que le ha dedicado tanto cariño, se suele ver en la obligación de dedicarle todo el tiempo posible para asegurarse de que este triunfe. Descuidamos nuestra vida a coste de tener éxito en nuestros proyectos. Esta claro que si nos dedicamos 24/7 en un campo en el que estamos cómodos, que entendemos y que se nos da bien tendremos más posibilidad de saborear el éxito y ver como nuestros proyectos van a buen puerto. Tendremos reconocimiento directo a nuestra labor y un desarrollo profesional increíble. ¿Pero a qué precio conseguimos esto? Para el lamento de muchos el día tiene 24 horas y la vida de cada uno tiene fecha de caducidad. Por que no se si lo habías notado, pero te vas a morir. Esto va a pasar. Vas a palmar. ¿Vale la pena sacrificarlo todo por una idea? Por experiencia os diré que no.
Cuando trabajamos 24/7 el precio real que pagamos en nuestros proyectos no es el que va fijado en los presupuestos, si no en el tiempo que dedicamos. El tiempo que empleamos en nuestras ideas es tiempo que no empleamos en otras cosas. Has estado 16 horas seguidas trabajando y has ganado mucho dinero e influencia en el sector. ¡Tu idea marcha!. Pero... ¿Cómo va tu vida? ¿Qué tal con tu novia y amigos? ¿Qué tal con la familia? La respuesta a esta pregunta es desagradable cuando descuidamos todo por un proyecto y refuerza una de las ideas y consuelos más negativos de todos: "por lo menos en el curro me va genial".
Este consuelo nos empuja al segundo gran problema de estos casos: el enamoramiento. El amor esta para las personas, no para los negocios o proyectos. No queremos alejarnos de lo que amamos. No queremos soltar aquello a lo que brindamos cariño y esfuerzo. Es por ello que tantas empresas y proyectos se tardan tanto en finalizar, prolongando su muerte obvia y dejando de por medio deudas, y desgaste. Las ideas son solo eso: ideas. Y ningún proyecto vale más que la vida. Tu eres la media de la gente que te rodea., si descuidas a tu gente, te descuidas a ti mismo.
El amor por un proyecto y el miedo al fracasar son los dos sentimientos más nocivos a la hora de trabajar. Por que amar un proyecto no vale de nada. Piensa en lo siguiente: si el proyecto fracasa y te quedas sin nada, tu gente es la que te arropara, no tus ideas. El amor es para las personas, que son las que te podrán devolver el cariño. Por que si, el amor es una inversión. Analiza los riesgos y ten cuidado donde inviertes (hay mucho en juego). Y no tengas miedo a fracasar en tus proyectos y a que te juzguen. Una de las cosas que más daño nos hace emocionalmente al fracasar es como las personas de peso en nuestra vida nos juzgan. Pero no por ello debemos tener miedo al fracaso. Si no experimentamos y arriesgamos, no aprendemos y no nos desarrollamos. Sin aprendizaje y desarrollo nunca tendremos éxito en nuestras ideas.
Revisa tus inversiones afectivas y recuerda mantener el equilibrio. Eres el mayor recurso que tienes para el desarrollo profesional de tus ideas. ¡NO LA LÍES!